anticongelante

¿Cómo elegir un buen anticongelante y un buen aceite para tu vehículo?

¿Sabías que elegir un buen aceite y un buen anticongelante alarga la vida de tu coche? Según un informe del Comisariado Europeo del Automóvil, la mayor parte de las averías que se producen en los vehículos de los españoles tienen lugar en invierno. En ello, influyen mucho las bajas temperaturas y el oscilamiento térmico entre las temperaturas del día y de la noche.

Por eso, para proteger y alargar la vida de tu vehículo es muy importante que lo prepares para el frío y los cambios de temperatura. Debes cerciorarte de que el aceite motor y el líquido refrigerante para el motor están en buen estado y cumplen su función correctamente. A continuación vamos a ver cuáles son esas funciones.

¿Para qué sirve el líquido anticongelante o refrigerante de un vehículo?

El líquido anticongelante o refrigerante de un vehículo sirve para proteger al motor, al radiador y a otras partes del coche, tanto de las bajas temperaturas exteriores como de las altas. También evita su oxidación, corrosión y las formaciones calcáreas.

Este tipo de líquido para el coche sirve para enfriar la temperatura del motor cuando hace mucho calor. También para conseguir que el líquido no se congele cuando las temperaturas exteriores son extremadamente bajas. Es decir, el líquido refrigerante o anticongelante hace que el motor funcione correctamente sea cual sea la temperatura exterior.

El líquido refrigerante o anticongelante es muy importante para la “salud” de tu vehículo. Por ello, debe cambiarse periódicamente cuando el coche llegue a los 40.000 kilómetros o cada dos años (lo que suceda antes). Transcurrido este tiempo, el líquido pierde sus propiedades anticorrosivas, lo que puede producir daños en el radiador o en otras partes del motor.

Diferencias entre el líquido anticongelante o refrigerante y el agua:

  • El agua se congela a 0ºC, mientras que el anticongelante soporta temperaturas de hasta 30ºC bajo cero sin congelarse. Esto facilita el arranque y funcionamiento del motor, haciendo que el líquido circule sin solidificarse a pesar del frío.
  • Cuando la temperatura supera los 100ºC el agua se evapora, mientras que el anticongelante puede aguantar hasta los 130ºC sin evaporarse. Si el motor se queda sin líquido podría calentarse en exceso y sufrir una avería grave. De ahí la importancia del líquido refrigerante o anticongelante.

Tipos de líquido refrigerante o anticongelante

Existen varios tipos de líquido anticongelante o refrigerante. Para elegir el adecuado debes tener en cuenta las temperaturas a las que se enfrenta tu vehículo, así como su marca y modelo.

  • Líquido Anticongelante Inorgánico. Este tipo de líquidos refrigerantes son habitualmente de color azul o verde. Se elaboran con etilenglicol, un común agente anticongelante. Se le añaden también otros aditivos con propiedades anticorrosivas como los silicatos, aunque estos se van degradando con el tiempo y perdiendo sus propiedades. Esto hace que sea importante sustituirlos puntualmente, porque de lo contrario pueden ser el origen de importantes averías.
  • Líquido Anticongelante Orgánico. Este tipo de líquidos anticongelantes son habitualmente de color rojo o rosa. Duran el doble de kilómetros que los anticongelantes inorgánicos y aguantan temperaturas inferiores, casi de 40ºC bajo cero. Este tipo de líquido refrigerante se elabora también a base de etilenglicol, pero no usa silicatos. El anticongelante orgánico incorpora aditivos que resisten mejor el paso del tiempo y son biodegradables, por lo que además contribuyen a preservar el medioambiente.

A la hora de sustituir el líquido anticongelante, el motor del vehículo debe estar frío o de lo contrario podrías sufrir graves quemaduras. Hay que asegurarse de vaciar por completo el circuito para eliminar cualquier resto del refrigerante antiguo. La proporción que debe utilizarse es de 50% de líquido anticongelante y 50% de agua destilada.

La importancia del Aceite en la salud de tu coche

El aceite es al motor de un vehículo lo que la sangre a nuestro organismo. El aceite es uno de los fluidos vitales para un coche. Es uno de los accesorios de coche indispensables que hay que revisar periódicamente si se quiere alargar la vida de cualquier vehículo a motor.

¿Para qué sirve el aceite de un vehículo?

El aceite de motor sirve para formar una capa que separa las diferentes superficies móviles adyacentes que componen un motor de combustión. De esta forma se reduce el contacto directo entre las piezas, su desgaste y el calor que producen, con el fin de proteger al motor y alargar su vida.

Al recubrir las piezas metálicas del motor con aceite se evita que queden expuestas al oxígeno. Así se evita que se oxiden y se salvaguarda al motor de la corrosión.

Tipos de aceites de motor

Existen diferentes tipos de aceite de motor en función de su viscosidad y propiedades:

Aceite de motor convencional

Los aceites de motor convencionales presentan una gran variedad de grados de viscosidad y distintos niveles de calidad. Este tipo de aceite de motor está recomendado para vehículos con motores sencillos y en entornos con temperaturas regulares no extremas.

Aceite de motor sintético

Este tipo de aceite de motor es un producto químico elaborado con aditivos de alto rendimiento. Su composición es más uniforme y contiene menos impurezas que los aceites convencionales. El aceite de motor sintético es adecuado para motores con altas prestaciones o un nivel de exigencia elevado. Suele ofrecer un mejor rendimiento con temperaturas extremadamente altas o bajas.

Aceite de motor semi-sintético

El aceite de motor semi-sintético se elabora mezclando aceite sintético y aceite convencional. Así, resulta más resistente a la oxidación que los aceites convencionales y ofrece muy buenas prestaciones en entornos con temperaturas bajas.

Aceite de motor de alto kilometraje

Este tipo de aceite es el más adecuado para coches más antiguos o vehículos que tienen más de 120.000 kilómetros. Su formulación y aditivos hacen que el quemado de aceite se reduzca y ayuda a tapar posibles fugas en motores viejos.

A la hora de comprar un aceite para motor también tenemos que fijarnos en si nuestro vehículo es diésel o de gasolina. En los envases de aceite, aparecen dos letras, según el valor API:

  • La primera de ellas indica para qué tipo de motor está pensado ese aceite: “C” para motores diesel y “S” para motores de gasolina.
  • La segunda letra determina la calidad del aceite de motor. En este caso, cuanto mayor es la letra en el alfabeto, mejor es la calidad del aceite. La clasificación más alta en motores diésel es la CJ-4, y en los de gasolina la SN.

Como vemos, elegir un buen aceite y anticongelante para nuestro vehículo puede alargar su vida útil. Para ello, es importante conocer las propiedades de los accesorios de coche que elegimos.

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