Muchas son las casas que aún disponen de persianas como protectores de la luz e incluso, para aislar de las inclemencias del tiempo, del ruido y la contaminación. Sin embargo, este aparato es poco común en el resto del mundo, encontrando una gran cantidad de países que carecen de ellas. ¡Aprende cómo arreglar una persiana!
Tipos de arreglos
Existen diferentes formas de rotura de una persiana, por lo que debemos conocer primero el problema antes de empezar. Si desconocemos la causa, lo mejor será desmontar tanto el tirador como la caja superior para observar el interior desde arriba. Entre las posibilidades más comunes se hallan:
- Rotura de la cinta
- Rotura de una lámina
- Desvío o caída de la persiana
- Fallo del mecanismo eléctrico
- Salida del enrollador
¿Cómo arreglar una persiana?
Si la persiana es de uso manual, no eléctrica, retiramos tanto la tapa superior como el tirador con su correspondiente embellecedor. Al quitarla, debemos tener cuidado porque es posible que parte de la pintura se desprenda y nos caiga en los ojos. Una vez desmontado, veremos inmediatamente nuestro problema y podremos empezar a ver cómo arreglar una persiana.
Para todos los casos anteriores, debemos recoger la persiana, sacando la cinta totalmente. En caso, de salida del enrollador, con ubicarlo nuevamente en su eje será suficiente. Si la persiana sigue inclinada, quizá se deba a la rotura de la polea desde algún lateral. Para comprobarlo, basta con girar suavemente. En caso de no ceder, éste es nuestro problema.
Primero soltamos los tirantes sujetos mediante un destornillador y hacemos lo mismo con el lado afectado del cajón para posteriormente, observar sus piezas. El caso más común se debe al quiebre por desgaste de sus partes. Tan sólo tendremos que sustituir la polea, perno o cualquier otro elemento fracturado por uno nuevo y volver a fijar al cajón. Cerramos la tapa y listo.
En caso contrario, si la cinta es la que se ha rajado, debemos retirarla, sacándola desde el enrollador y desatornillándola del eje. Con una nueva, reponemos la tira con la misma medida, por lo que debemos cortarla con la longitud de la anterior. En un extremo practicamos un agujero por el cual se sujetará al eje nuevamente. La cinta debe encajar en su carril por el cual se deslizará tanto para la recogida como para la extensión de la persiana.
Dejando un trozo de cinta suelo, lo engancharemos al tirador por su interior, donde tiene un rodillo que hará girar la polea. Una vez introducido, volvemos a fijar mediante su correspondiente tornillo. Por último, colocamos la tapa superior. En caso de haber tenido alguna lámina torcida, podemos alinearla manualmente al desmontar su estructura.
En nuestra tienda, encontrarás todos lo necesario para reparar una persiana. Por en práctica tu aprendizaje sobre cómo arreglar una persiana.