Si tienes animales, especialmente pequeños, es aconsejable que realices gateras en las puertas de tu casa para que se puedan mover libremente. Además, también podrás restringir las zonas a las que quieres que accedan y delimitar aquellas de las que puedan entrar y salir.
Propiedades de las gateras
Las gateras son especialmente útiles, no sólo para establecer las áreas de nuestro hogar en que un gato puede estar, sino que además, dispone de una serie de propiedades como por ejemplo conservar la temperatura interna de nuestra vivienda, evitando tener que abrir la puerta para que nuestro animal pueda entrar o salir.
Pueden colocarse pestillos o atranques con el objetivo de impedir en determinado momento que nuestro gato acceda a una habitación, ya sea porque la estemos limpiando, haya algún otro animal o cualquier objeto peligroso.
Las gateras no sólo se realizan en la puerta principal de nuestra casa, sino que puede fabricarse en cualquier superficie, desde paredes hasta muebles o ventanas. Sí, sí, ventanas también. En muchas ocasiones, estos huecos no son más que cavidades donde poder esconderse, sin necesidad de conectar diferentes habitaciones entre sí.
¿Cómo hacer gateras en casa?
El primer paso es decidir dónde colocar la puerta gatera y cuántas necesitamos. Su compra puede hacerse en cualquier tienda especializada de animales a un precio bastante asequible. Pongamos por ejemplo que queremos colocarla en la entrada principal de nuestro hogar. Como ayuda, los modelos que se comercializan suelen incluir una plantilla en papel para realizar nuestras marcas de manera limpia y cómoda.
Para ello, debemos tomar las medidas de nuestro gato, ya que no todos tienen la misma complexión. Lo normal es ubicar la entrada a una altura aproximada de 10 centímetros del suelo y centrada con respecto a la horizontal. A continuación, fijamos la plantilla con cinta adhesiva a la altura deseada y marcamos con un lapicero.
De hecho, podemos aprovechar para hacer los agujeros con un taladro donde posteriormente, añadiremos los tornillos que la sujeten. Tras marcar, procedemos a retirar nuestra guía y con una sierra eléctrica recortamos el trozo de puerta donde colocaremos la gatera. Debemos asegurarnos de cerrar bien la entrada e incluso sujetarla para impedir su movilidad.
Por último, lijamos y limpiamos la superficie serrada. Posteriormente, situamos la puerta y fijamos los anclajes con un taladro y un destornillador. ¡Listo! Ya está instalada la gatera y preparada para ser usada. Aunque primero es aconsejable ver que sea estable y no ocasione daños o impedimentos a nuestro querido compañero de hogar.
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