Si tienes por casa unos viejos cuchillos y estás pensando en tirarlos, prueba los siguientes consejos para alargar la vida de tus utensilios y ahorrarte un elevado coste. Con el paso de los años, el filo puede verse desgastado por lo que tendremos que afilarlo periódicamente. ¡Aprende a afilar cuchillos con estos tips!
3 métodos para afilar cuchillos
A día de hoy, es posible encontrar una gran variedad de métodos para afilar cuchillos. Aquí exponemos las herramientas y útiles más empleados.
- El utensilio más aconsejado es, sin duda, la piedra de diamante. Este sólido canto permite un afilado perfecto. Pudiendo variar cómodamente entre una mayor o menor inclinación.
- La chaira es otra de las grandes herramientas a utilizar. Este cilindro alargado de acero es sujetado con una mano, mientras que en la otra, frotamos el cuchillo en dirección opuesta a nuestro cuerpo.
- Actualmente, los nuevos afiladores eléctricos están ocupando la mayoría de hogares. Esto es debido a sus muchas ventajas, entre las cuales destacan el ahorro de tiempo y esfuerzo. Para ello, tan sólo debemos situar nuestro cubierto en la ranura y la máquina hará el resto por sí sola. Están disponibles en una gran variedad de modelos y formas. Sin duda, es una gran herramienta para afilar cuchillos.
Trucos para filar cuchillos
- Aunque no existe una única forma estipulada, es cierto que existen determinados parámetros básicos que debemos tener en cuenta. Uno de ellos es la indicación del fabricante a la hora de escoger el grado de inclinación. En caso de no conocer esta información, lo más recomendado es ubicarlo entre los 15º y 30º. Contra más reducido sea, más se afilará.
- Otra de las recomendaciones es mantener el filo apuntando en la dirección opuesta a la cual nos encontremos. Si afilamos con una chaira, tendremos que colocar la hoja del cuchillo hacia el frente y arrastrar hacía atrás, empujando hacia nosotros.
- En caso de contar con afiladores más rudimentarios y clásicos, como puede ser la piedra de diamante, debemos añadir una pequeña cantidad de aceite, con la cual lubricarla.
- Para evitar que se nos escurra tanto nuestro afilador como el cuchillo, debemos colocar un trapo debajo de la base.
- Afila el borde por ambas caras de igual manera, empleando el mismo grado de inclinación y el mismo número de pasadas.
- Al acabar es aconsejable lavar bien la hoja para eliminar las virutas de metal que hayan podido desprenderse.
- Para comprobar si ha sido correctamente afilado, debemos exponer el contorno a la luz y observar irregularidades, como muescas o surcos.
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