Las briquetas de madera son un producto de biomasa sólida. Eso significa que son ecológicas y renovables, se presentan en dos formatos: los ladrillos y los cilindros (tipo tronco de leña). Ambos son formatos compactados de biomasa.
Es un material fácil de transportar y su uso no ensucia, ya que viene en formato compacto e uniforme. Su forma facilita el almacenamiento, incluso en espacios pequeños.
La combustión de las briquetas de biomasa es constante, no produce muchos humos. Solo produce un 1% de cenizas, por lo tanto es muy fácil de limpiar. El poder calorífico de las briquetas es importante: cada 2KG de briquetas equivalen a casi un litro de gasoil.
Se puede almacenar las briquetas por un largo periodo de tiempo, sin ver afectado su funcionamiento y rendimiento. Recomendamos protegerlas del contacto directo con el agua (ejemplo: lluvias) y la humedad en general. De esta manera su calidad se mantiene al máximo.
Modo de empleo de las briquetas de madera
Las briquetas se pueden partir fácilmente. No necesitas herramientas para seccionar briquetas, haz rodajas con la mano, ponlas en la estufa o chimenea y en el centro puedes poner unas pastillas de encendido. También se puede mezclar con leña o astillas de madera.
El hecho de poder partir las briquetas también te permite utilizarlas en estufas pequeñas y para controlar la potencia del fuego. Al final el modo de empleo de las briquetas es muy parecido al de la leña. Por lo tanto puedes utilizarlas en cualquier chimenea dónde ibas a utilizar leña tradicional: chimeneas, salamandras, estufas e incluso usos industriales.
Composición de las briquetas de biomasa sólida
Existe una gran variedad de briquetas. Los materiales compactos para fabricarlas son de diversos orígenes:
- Primero está la biomasa natural (materia prima procedente de aserraderos)
- Luego está la biomasa residual (materia prima que viene de la industria agrícola)
- También se pueden fabricar con carbón vegetal, o cualquier mezcla de los elementos citados
Desde Másferretería aconsejamos las briquetas hechas en biomasa natural, con serrín natural compactado. Son las más utilizadas y tienen un calidad óptima. No utilizan aglomerantes: la humedad de la leña y su lignina natural bastan como pegamento natural.
Además son naturales y ecológicas. Provienen de restos forestales: viruta, ramas, restos de poda, serrín etc. Luego pasan por una amoladora y una secadora, para rebajar el grado de humedad al mínimo. Para terminar se compactan para hacer cilindros o ladrillos.
Al final, se trata de un tipo de leña de serrín que ha sido compactada para tener un poder calorífico mucho mayor que la leña tradicional. Destacamos también el hecho de que se enciende muy rápido, por lo que es un excelente iniciador del fuego, en el caso de que queramos mezclar varios tipos de consumibles.
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