Con la llegada del verano uno de los elementos que no pueden faltar para amenizar
nuestras vacaciones y disfrutar de suculentos platos es la barbacoa. Además, sirve
para reunir a familiares y amigos en magníficas tardes de ocio. Por ello, en
Masferretería tenemos una amplia selección donde se incluyen desde barbacoas de
gas hasta barbacoas de carbón.
Ambas opciones ofrecen un exquisito sabor. No obstante, existen algunas
diferencias notables a tener en cuenta para degustar una parrillada perfecta. Una
de ellas es que la barbacoa de gas mantiene el sabor y olor natural de los
alimentos, mientras que la barbacoa de carbón o incluso, de leña, los entremezcla
con vapores y humos.
Sin embargo, muchas personas prefieren utilizar las clásicas barbacoas que tan
peculiar y exclusivo aroma introducen, cuya preparación requiere una mano
experta para mantener el fuego y condicionarlo a nuestro gusto. Esta es otra de las
variaciones que ofrece la barbacoa de gas, ya que su encendido puede ser realizado
pulsando un botón.
Una vez hayamos acabado de cocinar, es igual de sencillo apagarlo y por supuesto,
limpiarlo. Al no tener que quemar el carbón, se generan menos manchas difíciles
de quitar, por ello, su mantenimiento es tarea fácil y no es necesario ningún
esfuerzo.
No obstante, todas ellas pueden tener ventajas en común. Un ejemplo de ello es
que las nuevas barbacoas ofrecen un alto grado de movilidad. Los últimos modelos
diseñados son portátiles y de reducido tamaño, pudiendo guardarse en cualquier
espacio durante la temporada que no vaya a ser usada.
Independientemente de la barbacoa que tengamos, para la preparación de nuestra
carne, debemos proceder a extraerla del envase 30 minutos antes de ser cocinada,
momento en el que, si tenemos una barbacoa de carbón, podemos ir preparando
las brasas. Mucha gente opta por, antes de colocar el alimento en la rejilla,
restregar tocino sobre la superficie, soltando los jugos y dejando la parrilla bien
impregnada para que no se peguen los futuros chuletones que vayamos a calentar.
Además de la carne, plato estrella de toda barbacoa, los nuevos diseños permiten
cocinar verduras y frutas. En las de gas, la intensidad con que se caliente es
fácilmente medible, pudiendo ajustarla a cada comida. Asimismo, el pan se puede
tostar para untar patés o quesos con los que completar nuestra suculenta
selección.
Si vamos a proceder a mezclar, es conveniente dividir la rejilla en diferentes
partes, destinando un lateral a mariscos, como gambas o cigalas, otro a verduras y
por último, uno a carnes. Todas las barbacoas, ofrecen un tamaño suficiente como
para, al menos, poder preparar varios alimentos al mismo tiempo y así, reducir el
tiempo de espera hasta poder degustarlo.
Asimismo, cabe destacar que las nuevas barbacoas, ya sean de carbón o de gas,
suelen incluir una tapadera con la que mantener el calor, cocinar al vapor o
proteger durante el tiempo que no vaya a ser utilizada. Estas tapas, ofrecen
también seguridad, pudiendo apagar las brasas por sí mismas o evitar que el
viento expulse llamas y cenizas al suelo, pudiendo provocar un incendio.
Existe un tercer tipo de barbacoa, la denominada parrilla eléctrica. Como su
nombre indica, debe ir conectada a la corriente, con la cual se enciende y gradúa la
temperatura según nuestro criterio. Este tipo, es empleado en menor medida,
aunque entre sus ventajas también destacan su limpieza y comodidad.
Igualmente, dispone de una gran seguridad frente a posibles descontroles de las
llamas, por lo que puede suponer una alternativa a la clásica barbacoa de carbón o
leña. Por otro lado, suelen ser portables, aunque dispongan de un movimiento
limitado al tener que ir enchufado a la corriente.