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Es sabido por todos que una avería es siempre un tormento para nuestras cabezas, pero si esta tiene que ver con la fontanería, más todavía. No obstante, tener algunas nociones de bricolaje y otras tareas relacionadas con la electricidad y la fontanería pueden hacernos ahorrar algo de dinero al poder repararlas nosotros mismos.
Hablamos de pequeños desperfectos o averías para los que no se necesitan conocimientos técnicos ni son peligrosas, todas esas tareas deben ser realizadas única y exclusivamente por especialistas en reparaciones: electricistas, fontaneros, etcétera. Cambiar la boya de una cisterna es una de esas tareas sencillas e inofensivas que pueden hacernos ahorrar unos cuantos euros.
Es sabido por todos que una avería es siempre un tormento para nuestras cabezas, pero si esta tiene que ver con la fontanería, más todavía. No obstante, tener algunas nociones de bricolaje y otras tareas relacionadas con la electricidad y la fontanería pueden hacernos ahorrar algo de dinero al poder repararlas nosotros mismos.
Hablamos de pequeños desperfectos o averías para los que no se necesitan conocimientos técnicos ni son peligrosas, todas esas tareas deben ser realizadas única y exclusivamente por especialistas en reparaciones: electricistas, fontaneros, etcétera. Cambiar la boya de una cisterna es una de esas tareas sencillas e inofensivas que pueden hacernos ahorrar unos cuantos euros.
¿Cómo podemos saber que hay un problema relativo a la boya de nuestra cisterna? Sabemos que lo hay cuando el agua de la cisterna no deja de caer. Entonces, lo primero que debemos realizar es comprobar si el problema se debe a que el tornillo o varilla que regula la descarga está mal apretado. Para ello, lo apretaremos con fuerza.
Tenemos que quitar la tapa de la cisterna aflojando el tirador y desenroscando la guía. Si esto no ha funcionado, debemos seguir en busca de lo que está fallando antes de decidirnos a cambiar la boya. Antes de continuar con nuestra tarea, es recomendable cerrar la llave de paso y descargar toda el agua de la cisterna. Una vez hecho esto, ya podemos desenroscar el descargador y mirar si la goma de cierre está en buen estado. En el caso de que presente roturas, esté picada, cuarteada o tenga mal aspecto, tendremos que sustituirla por una nueva.
Cuando a pesar de todas estas revisiones el problema no ha quedado solucionado, no nos quedará más remedio que cambiar la boya, pues el problema está en ella.